Contexto de la investigación

miércoles, 10 de marzo de 2010


Partiendo del supuesto de que en el municipio de Playas de Rosarito “El Ejido” es un ente con una fuerte presencia en el crecimiento urbano y la toma de decisiones, ya que este crecimiento de la mancha urbana se está dando prácticamente por zonas ejidales, a reserva de un análisis especifico posterior para sustentar mas este supuesto, este se ha venido dando principalmente en los cuatro de los 5 ejidos que hay en el municipio: Mazatlán, General Lázaro Cárdenas, Primo Tapia y Plan libertador; el quinto es el ejido San José de la Zorra que por su ubicación es específicamente rural. Por otra parte la cabecera municipal o lo que es el área urbana de Rosarito y su área de crecimiento está inmerso prácticamente dentro de los límites de los ejidos Mazatlán y Plan Libertador, el especial interés de analizar la parte del crecimiento o la expansión urbana de la ciudad y sus asentamientos humanos en zonas ejidales y no en las zonas de la pequeña propiedad privada, es como se menciona arriba, por las formas de interpretación de las leyes por parte de los actores, por lo que se quiere explicar y entender estos procesos de urbanización que si no en forma general si se da de una manera continua la irregularidad.

Que si bien, de acuerdo con (Alegría, 05) la irregularidad la explica como la condición de un terreno urbano cuyos servicios, sea en la forma de ocupación o en la forma de renta percibida por el mismo, son poseídos por agentes diferentes a los propietarios legalmente establecidos en los registros de la propiedad, nosotros tomaremos como irregularidad a estos mismos predios que por su condición de origen ejidal, aunque sí han sido comprados a los propietarios legalmente inscritos en el registro público (RPPC) el proceso de creación de estos asentamientos o fraccionamientos, no fue de una forma regular o apegada a las normatividades de desarrollo urbano municipales o estatales y al mismo tiempo, por el mismo proceso de urbanización, el usuario tiene dificultades tanto para demostrar la propiedad del predio como para registrarlo y solicitar servicios públicos.

Un punto importante en el tema, es que el carácter principal para el que fue creada la dotación de ejidos por la reforma agraria, pudiera ser que ya no tiene la misma función, por un lado el campo o las zonas rurales del municipio padecen la falta de agua y por otro es que en realidad no hay producción agropecuaria, salvo la de algunas hortalizas y floricultura en ciertos puntos específicos de las periferias de la ciudad, que de acuerdo con (SINGER, 86) “constituyen actividades de poca importancia en el contexto económico de la ciudad”, y por otro lado son tierras que no necesariamente están en las zonas ejidales y en cuanto al ganado al parecer éste está en migración entre los corrales de los grandes terratenientes para bajar las tasas de impuesto predial, por lo que gran parte de este suelo solo está en espera del mejor postor para desarrollarse, producto de la especulación del suelo y la presión de la ciudad sobre las áreas rurales, lo que lleva a “desarrollar” o más bien trazar con cal lotes en algún asentamiento ejidal y venderlos sin servicios de forma irregular, como decía un texto “hay una ruralización urbana o bien una urbanización rural.” … [que si bien, en si misma la venta no es irregular, el proceso cae en la informalidad o ilegalidad hasta cierto punto, primeramente porque….]

Esto lo pretendemos responder a partir de preguntas como las siguientes:
  • ¿Son los fraccionamientos irregulares en propiedad ejidal producto de la incompatibilidad de las normatividad urbana y agraria?
  • ¿La fuerza del ejido define o incide en la irregularidad en la tenencia de la tierra? ¿La figura del Ejido limita parte del desarrollo urbano de Rosarito?
  • ¿Qué actores en el Ejido y en el Ayuntamiento son clave para el modelo de tenencia de la tierra?
  • ¿Falta mayor coordinación entre dependencias encargadas de la administración, planeación y control urbano municipal y las dependencias encargadas de la regulación de la tenencia de las tierras estatales o federales (RAN, CORETT, INDIVI)?
  • ¿Es necesario dar más facultades a los ayuntamientos en su participación en la regularización de la tenencia de la tierra?
  • ¿Habrá proporcionalmente más asentamientos irregulares en zonas ejidales que en aquellas de propiedad privada?
  • ¿Hay incapacidad de control del Ayuntamiento ante el crecimiento urbano acelerado?
  • O todos estos factores a la vez?
  • ¿Cómo se puede regular esta problemática urbana?
  • ¿Qué se puede proponer?,
  • ¿Dónde están localizados estos asentamientos y como han aumentado a través de los años?

Si bien, no se pretende responder todas estas preguntas en esta breve redacción, si pretendemos dar una respuesta preliminar a la problemática.

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